Once años no son tantos como para esquivar la memoria, para borrarlo de dentro. Así que aquí lo tengo conmigo, siguiéndome el paso.
Mientras el tiempo se desgrana y veo cómo mi reflejo se deforma y arruga cada mañana ante el azogue del espejo, mi hermano no envejece y se perpetúa joven en las fotos que mis padres conservan colgadas en su habitación, moviéndose alegremente por mi cabeza, lo que me hace preguntarme si no seré yo el que se está yendo poco a poco.
Siempre lo quise especialmente, y durante estos años se me había olvidado gritarlo. Hoy lo hago.
Te quiero hermano.
6 comentarios:
ya te he dicho mil veces que deberías dedicarte a esto. un abrazo
gritar estas cosas es puro bálsamo, amigo.
cantar para sobrevivir
h
hola hermanito bonitas palabras para el hermano que se nos fue de esta tierra pero no de nuestras mentes y de nusetros sueños
Hola hermano, no sabía que merodeabas por aquí. ya casi no lo hago yo.
tu bien sabes lo mucho que os quiero a todos. A él lo extraño especialmente porque a vosotros os tengo muy cerca.
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